Por Galia Bogolasky
Artemis es una obra multimedial creada y dirigida por Pauchi Sasaki. Explora el proceso creativo de una de las compositoras latinoamericanas más destacadas del momento. Como parte de la ópera transmedia y multiplataforma que lleva el mismo nombre, Artemis es un Work in Progress que busca desarrollarse de forma presencial y virtual. La obra está inspirada en un programa de la NASA, bautizado como la diosa griega, y que busca llevar a la primera mujer a la superficie de la luna en 2024, más de cinco décadas después del primer alunizaje hecho por un hombre.
Para entender esta propuesta conceptual y llevarla a la vida contemporánea, Pauchi Sasaki explica en el conversatorio post función: “El metal es la tecnología, porque en su momento fue la gran tecnología que dividió a los diferentes estados de la humanidad o el desarrollo de una cultura. Me percaté que la mujer nunca había llegado a la luna y han pasado 55 años y recién se dieron cuenta de eso, entonces dijeron: «Hay que hacer un proyecto para qué la mujer llegué» y entonces salió en la NASA el proyecto de Artemis qué busca que en 2024 se pueda llevar la primera mujer a la luna, 55 años después del hombre. Por supuesto yo no había nacido, pero cuando el ser humano llegó a la luna, los pobres astronautas estuvieron de gira por todo el mundo y salían todos a decir: «Wow la gran hazaña del ser humano». Fue el primer gran evento televisado de siglo XX y ¿Qué va a pasar ahora cuando la mujer llegué a la luna? No está pasando nada, nadie está enterado. Entonces dije: “Por lo menos haré una obra”.
Basada en estudios culturales y de género, explora la relación y tensiones entre el cuerpo femenino, el metal, la tecnología y el poder, todo esto a través del sonido y la construcción de interfaces como el Speaker Dress, una escultura sonora vestible y compuesta por más de 100 altavoces, amplificadores y micrófono.
Pauchi Sasaki habla sobre su inspiración para crear una obra de este tipo, que es muy particular, en su puesta en escena y propuesta multimedia: “Yo estaba en el proceso de buscar interfaces para crear música electrónica hace unos 10 años y había hecho diferentes propuestas. Tiene que ver con la sensación de sentirse empoderada por vestir metal, ya que por el hecho de vestir metal no sentíamos tan diferentes, con una energía tan poco usual en la vida cotidiana y ahí fue que comencé la parte más conceptual”.
La creadora peruana aparece en escena con un vestido hecho de parlantes, todo metalizado. Ella habla sobre la propuesta: “Mi vestido nació muy naturalmente en mi maestría cuando estudiaba música electrónica en California y surgió de la necesidad de poder ejecutar independientemente sonidos procesados, porque me di cuenta que siempre estaba dependiendo de una computadora. Ahonda: “Así que este vestido viene de una tradición familiar. La mamá de mi mamá es de Japón, y luego de la Segunda Guerra Mundial se dedicó a hacer diseños de moda para el teatro. Ella era muy amiga de todos los actores y directores en el momento de posguerra. Yo nací en Perú, pero íbamos a visitarla cuando era chica, se me quedó que ella hacía estas cosas a mano. Un día le dije «por favor enséñame a usar la máquina de coser» y me dijo que no, que ella hacía vestidos para cada persona según su personalidad y la persona tiene que quedar impregnada en cada prenda, tiene que ser todo hecho a mano porque eso hace una pieza única. Yo recién la entendí cuando fui al Museo de la Moda en París, muchos años después, y vi el vestuario de Napoleón y de María Antonieta. Sentía que esos vestidos se iban a mover, a uno le daba miedo porque tenían una energía fuerte y cuando empecé a pensar en mi vestido dije «Yo tengo que hacerlo todo, es algo tedioso, pero es mi vestido».
Pauchi hizo una residencia artística en París. Durante su proceso de trabajo surgió la pregunta: “¿Qué significa que la mujer vista metal?” Y ahí analizó tres casos: “La representación histórica de la mujer con metal. La más icónica del mundo occidental vendría a ser Juana de Arco, la quemaron y la mataron por vestir metal, por vestirse de hombre y que el metal era algo para hombres. El otro ejemplo fue la obra futurista Metrópolis en donde el personaje se vuelve un demonio, un robot, al vestirse de metal, entonces nuevamente hay una relación muy compleja socialmente entre la mujer y el metal. Y finalmente analicé el caso de Paco Rabanne, su colección de vestidos investibles, una colección hermosa de vestidos de metal que parecen armaduras y que, en su momento, fue catalogada como una de las colecciones de vanguardia más subversivas en la historia de la moda. Pero ¿qué tiene de subversivo que la mujer vista metal? y ahí buscando en estudios que se habían realizado del metal y el ser humano descubrí que, desde inicios de nuestra historia, el metal ha sido el material del poder; el material mágico; el material de la transformación; el material para librar guerras; el material para resguardar tesoros religiosos y políticos. Me di cuenta que el metal tiene esta carga simbólica de la cual la mujer ha sido apartada a lo largo de la historia, y si es que la mujer tenía acceso a ese metal pues se veía que era subversivo y había que aplacarla” explica la creadora.
El trabajo se enfoca en la improvisación, el desarrollo de performances, lo multimedia y la musicalización para cine, danza y teatro. La obra presenta composiciones electroacústicas qué nacen de la fusión de los instrumentos fabricados por ella misma, generando un puente entre las sonoridades de la electrónica experimental y el mundo tradicional.
La obra plantea la relación de la mujer y la tecnología. Sasaki explica: “¿Desde qué punto de vista se pueden enriquecer la relación del ser humano con la tecnología desde una mirada femenina?. Cuando veo el mecanismo de cómo se está creando este metaverso del internet y del mundo tecnológico virtual, me hace acordar mucho cuando Inglaterra decidió ser el rey del mundo y comenzó a conquistar. Lo mismo está pasando con internet, Amazon o Facebook, y si se aparece una idea original «te la compro». Es el mismo pensamiento arcaico de hace más de 500 años que se está replicando en el mundo virtual. Yo necesito sentir que estamos en otra etapa de la humanidad, dónde podemos decir: ¿Por qué no podemos plantear una mirada femenina y crear un espacio donde en una tierra fértil todos podamos encontrar el bienestar?” se pregunta la directora.
La puesta en escena es muy sencilla, ya que sólo hay instrumentos, y un computador dónde se proyectan las imágenes multimedia. Es una mezcla entre tecnología, arte y música, a través de instrumentos tradicionales, donde se percibe ese cruce entre lo clásico y lo moderno. Pauchi explica: “Mi primer instrumento es el violín, entonces para mí es muy natural que todas las piezas tengan elementos acústicos” y agrega: “Cuando me invitaron, me preguntaron si quería ponerle letras y yo le dije no, porque esto es una propuesta musical. Yo no hago obras narrativas o conceptuales, siempre hay una inspiración, pero al fin y al cabo mi trabajo es de compositora. No puse letras en la proyección porque justamente no me gusta volverlo muy racional porque a mí me gusta más lo dionisíaco.
“La obra aborda la temática desde el despertar de esta diosa Artemis, que es lo que nos permite traer a colación esta idea del metal y qué es lo que nos toca ahora como mujeres asumir y qué rol tenemos que tomar en esta nueva época” explica la directora.
En cuanto a las referencias musicales, Pauchi explica: “Me gustan los sonidos antiguos y la música andina. Cuando yo toco el violín es bien andino. También es una variación de lo que he escuchado siempre. Lo de los instrumentos de cuerdas era una composición más atmosférica. Me gusta mucho el minimalismo. Me gusta rescatar esa simpleza y esa evolución de la música por capas. Al mismo tiempo me gusta la música tradicional muy antigua. Estudié música India del Norte, he estudiado música judía, en Perú estudiaba con los maestros de violín andino y en Japón también he visto mucha música tradicional”. Y agrega: “Yo tengo la idea que, si es que una música ha sido capaz de sobrevivir al tiempo, es porque tiene un conocimiento muy fuerte qué no podemos dejar de lado. Hay algo poderoso que rescatar y eso es lo que a mí me gusta cuando investigo música tradicional”.
“Me gusta ver mucho el tiempo como algo circular. Yo veo que todo está en un mismo espacio y en un mismo tiempo. No me gusta compartimentalizar las cosas porque todo coexisten en nosotros en cada momento. La forma en que funciona nuestra psique, lo racional y el inconsciente, es todo al mismo tiempo. A mí me gusta reflejar eso en mi trabajo. Por otro lado, yo no creo en la linealidad, sino que todo se da en círculos”.
“La obra es en formato modular dónde desarrolla cada sección y espera que en tres o cuatro años ya tenga los 12 movimientos y sea una obra que también puede ser replicada en una versión en vivo” concluye Sasaki.
Ficha artística
Título: Artemis
Dirección/composición/performance: Pauchi Sasaki
Supervisor técnico de visuales: Juan Carlos Yanaura
Supervisor técnico de sonido: Lavalle.
Creada y dirigida por Pauchi Sasaki
País: Perú
Idioma: Español
Duración: 45 min. Aprox.
Todo público