Por Galia Bogolasky
Cuando Mayo ya no sea Mayo es una obra de teatro, de origen colombiano, que narra la historia de una mujer que cuenta cómo el amor de su vida tiene alzhéimer, y ya no recuerda mucho, tanto de cosas cotidiana como de cosas más importantes. La confusión se expresa a tal punto que ya no sabemos si la que expresa este monólogo es Dennis o Mayo.
Patricia Tamayo interpreta a Dennis, quien, sentada sobre una mesa, con fotos y papeles, empieza a relatar la enfermedad que aqueja a su pareja Mayo. Junto a ella se encuentra un músico tocando el bandoneón, que la acompaña en el relato, apoyando con más o menos fuerza las palabras que va pronunciando la actriz en esta interesante y sencilla puesta en escena.
Dennis plantea al público las situaciones que está viviendo junto a su pareja, mientras ésta va perdiendo la memoria. Mayo ha sido diagnosticada y se encuentra pasando por un difícil proceso al ir decayendo, ya que sus olvidos la van deteriorando cada día más, por lo que Dennis la debe acompañar en este proceso de recordación constante.
La protagonista va relatando la historia de amor de ambas, desde que se conocieron hasta esta última etapa marcada por la enfermedad y el deterioro, que no solo afecta a Mayo, puesto que Dennis plantea el problema que esto ha traído a la relación, ya que no es fácil convivir con alguien que sufre de esta manera.
Esta obra nos recuerda la historia que relata el documental, nominado al Oscar, La memoria infinita de Maite Alberdi, que también aborda el alzhéimer desde el amor de pareja y el cuidado que este requiere de parte del ser amado. Cuando Mayo ya no sea Mayo son las memorias de una mujer sin memoria. Pero también es un retrato de un amor atravesado por la fatalidad de una enfermedad durísima y sobre la complejidad que implica abordarla.
Esta obra es de la Compañía del Señor M., que desde un comienzo se ha preocupado por hacer espectáculos relacionadas con las vidas del director, de sus amigos y familia. En esta obra, Manuel Orjuela, aborda la enfermedad de su madre, que para él ha sido un flagelo, como explica en el conversatorio post función. Él quiso hacerle un homenaje, como explica «el mejor homenaje para alguien que murió con la peste del olvido, es que ha salido una obra de teatro que es un homenaje al recuerdo”. Orjuela explica, además, lo que le significa contar esta historia: “Me llamó la atención el hecho que una persona que te haya querido tanto en su vida empiece a borrarlo a uno, de alguna manera también te está borrando a ti, entonces literalmente tú empiezas a desaparecer, y creo que eso es lo más riguroso. Sucede en este tipo de relaciones, cuando tenemos a alguien muy cercano que padece de esto”.
Por su parte, el dramaturgo de la obra, Moisés Ballesteros, agrega: “Creo que este tipo de enfermedades terminan no siendo de una sola persona, sino que cuando alguien recibe la noticia pasa a ser una suerte de enfermedad familiar, es decir, no hay posibilidad de huir, porque las conductas de las personas que rodean a las personas con enfermedades de este tipo siempre terminan modificando sus vidas. Es un poco una pirámide, ya no sé quién se está yendo” y agrega: “Le pasa a muchas de esas personas que padecen esta enfermedad, pues suelen tener muchos mecanismos de defensa para mantenerse activos en una vida social”.
Otro aspecto relevante es la música en la obra, ya que marca el ritmo, apoya la intensidad de la interpretación, y va definiendo la potencia del relato. Giovanni Parra, el músico, lo explica: “La música fue compuesta durante el proceso de montaje de la obra, no tenía la idea de qué iba a tocar. Patricia (Tamayo) me mandó el texto, quedé muy impresionado y empezamos a hacerlo. Yo improviso sobre la obra, pero ya hay ciertos temas establecidos” y agrega: “Yo no digo una palabra, pero hago música todo el tiempo y siempre estamos conversando. La música es muy subjetiva, hablas de melancolía, de tristeza, de dolor. Pero este es un instrumento que lleva mucho la tristeza, la nostalgia, no es un acordeón, es un bandoneón”.
En esta obra, la historia se centra en una pareja que es relativamente joven y que le sucede ese drama, específicamente, lo que ocurre cuando se pierde la memoria. ¿Qué hay detrás de todo ello, qué estamos descuidando? ¿Qué es lo que estamos olvidando, qué estamos recordando, a quién le estamos dando las herramientas del recuerdo?
Maite Alberdi explicaba que La memoria infinita es una historia de amor y tiene que ver con el cuidado, ella quería relevar el tema del cuidado en una pareja cuando una de las personas sufre Alzheimer, entonces más que una historia de Alzheimer es una historia de amor y de cuidado. Cuando Mayo ya no sea Mayo es parecida en ese sentido, es una historia de amor que se demuestra a través de acompañarse durante una enfermedad tan dura como el Alzheimer. De hecho, el director plantea que la obra debe tener la épica del del “buen hombre que atiende a otro”.
Patricia Tamayo logra una interpretación impresionante, donde el espectador se confunde sobre a quién está interpretando, si a Dennis o a Mayo. Sobre lo anterior, ella explica que: “Me resulta fascinante poder perderme dentro de la obra. Finalmente, lo que hacemos es jugar a que nos perdemos, porque yo sé que no me voy a perder, pero me gusta desafiarme en ese sentido. Por supuesto también quiero hacerlo creíble, porque creo que es peligroso en ese sentido. Creo que representar cualquier personaje que tenga una enfermedad mental es muy delicado y transitamos una línea muy delgada en la que se puede ir para un lado que a mí no me interesa. No nos interesaba ilustrar una enfermedad. Más bien lo que pasa con eso”.
Cuando Mayo ya no sea Mayo funciona desde el drama del olvido, un tema que nos preocupa a todos, y nos afecta de una u otra manera. El monólogo es potente, desconcertante y provocativo, lo que nos permite sumergirnos en este montaje logrando conmovernos profundamente.
Ficha técnica
Título: Cuando Mayo ya no sea Mayo
De Compañía del Señor M.
Dirección: Manuel Orjuela
Dramaturgia: Moisés Ballesteros
Interpretación: Patricia Tamayo
Música: Giovanni Parra
Países: Colombia
Idioma: Español
Duración: 55 minutos
Edad: + 14 años
Coordenadas
Festival Santiago a Mil
17,18, 19 de enero
Teatro Finis Terrae