STGO A MIL Crítica de teatro “La persona deprimida”: La fuerza de un gran texto

Por Galia Bogolasky

En el Centro Mori Parque Arauco se presentó la obra argentina La persona deprimida, un monólogo basado en texto del mismo nombre del reconocido escritor norteamericano David Foster Wallace, dirigido por Daniel Veronese e interpretado por la gran María Onetto.

La obra cuenta con una puesta en escena muy minimalista: un escenario blanco, con un escritorio y una silla blanca, y de fondo una pantalla donde se proyecta la frase “Experiencia #1” y los subtítulos en inglés del texto.

El texto es potente, es aguerrido, es triste y divertido. María Onetto lo interpreta con una fuerza inmensa, con una energía sobrecogedora. Es realmente alucinante la actuación de esta actriz argentina, quien se roba el escenario, se lo apropia y proyecta una angustia desgarradora durante la hora que dura la obra.

David Foster Wallace, fue un connotado escritor norteamericano que destacó por escribir cuentos, ensayos y novelas potentes, dramáticas y muy personales. Muchas veces expresando su propia depresión, que lo llevó finalmente al suicidio, siendo muy joven, en el año 2008. La persona deprimida fue escrita en 1998, y es uno de los tres textos (junto a otro de Foster Wallace y uno de Marcus Lindeen) que Daniel Veronese utiliza para la trilogía teatral Experiencia.

Debido a que en pantalla se proyecta en grande el título “Experiencia #1”, da la sensación de que vienen otros relatos, de otras personas deprimidas o esa es la sensación que me quedó a mí. Todo el tiempo pensaba que venían otras “experiencias”, pero la razón es que esta obra es parte de una trilogía, que contempla otras experiencias. Ese relato único, sobre un personaje en particular, pareciera que no da para una obra completa, pero finalmente funciona, provoca sensaciones extrañas y deja abierta la puerta para más capítulos de esta trilogía.

La obra narra la historia de una mujer que vive con depresión y que acude a una siquiatra para tomar un tratamiento. La obra relata el proceso familiar, y de su entorno al enfrentarse a una persona deprimida, como es descrita esta mujer, que no tiene nombre y que Onetto menciona constantemente usando el término “La persona deprimida”, sin llamarla por su nombre, lo que genera una particularidad en el relato.

La persona deprimida es una obra inquietante porque plantea los conflictos que vive una persona con depresión. La salud mental es un problema que aqueja a una gran parte de la población mundial y la depresión es una enfermedad compleja de tratar. Es una temática tabú, es complejo hablar de la depresión, por lo que esta obra es un aporte en el sentido de abrir la conversación y crear un debate en torno a esta patología, no sólo para el que la padece, sino también para el entorno, que muchas veces no sabe cómo reaccionar.

La obra plantea muchas preguntas. Genera un espacio imaginario en la consulta de la siquiatra, donde a través de las descripciones que hace la narradora, María Onetto, nos inserta en el mundo de La Persona Deprimida: un mundo oscuro, inentendible, confuso y solitario.

El montaje es sencillo en su puesta en escena y no necesita nada más. Se centra en la fuerza del texto, con elementos tanto dramáticos como graciosos, generando que el espectador pase de la risa al llanto en cosa de segundos. La obra te lleva por una montaña rusa de emociones. Podemos ver el rostro de Onetto cómo traspasa en su mirada la tristeza de la persona deprimida y al mismo tiempo cómo se mantiene estoica mientras relata una situación divertida.

Veronese es una eminencia del teatro latinoamericano, donde se ha destacado con montajes inolvidables como Variaciones sobre B…, El hombre de arena, Cámara Gesell, Breve vida, Máquina Hamlet, entre otros. En este montaje apuesta por el texto, que es tan potente que no necesita de mucho más que una buena interpretación y un espacio dónde lucirlo.

La persona deprimida es un monólogo de una intensidad que descoloca, perturba, emociona y genera grandes momentos. Veronese + Foster Wallace + María Onetto es la fórmula perfecta para crear una obra memorable.

Autor: David Foster Wallace
Dirección y versión: Daniel Veronese
Elenco: María Onetto
Asistencia de dirección: Gonzalo Martínez
Diseño de imagen: Estudio Papier
Iluminación: Ricardo Sica
Diseño espacial: Daniel Veronese
Fotos: German Romani
Producción: Jonathan Zak y Maxime Seugé / t4

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