STGO A MIL “La Pichintún”: «Porque las calles también son nuestras”

 

Por Fernando Garrido Riquelme

La Pichintún es la punta de lanza de la programación de calle del festival Santiago a Mil, en el cual también podrán ser vistas de forma gratuita diversas obras, las cuales recorrerán distintas comunas y regiones y de nuestro país. “(…) Estamos felices- dice Carmen Romero, su directora-, porque sabemos que nos esperan, y nosotros queremos estar allá. Porque es la forma en que el festival se comunica con las comunas y con las regiones. Entonces no podíamos fallar, no podíamos no hacer un Santiago a Mil, un Valpo a Mil, Antofagasta a Mil, un Conce a Mil… ¡porque las calles también son nuestras!”

En una calurosa mañana de diciembre, en la piscina municipal de Pudahuel, el equipo de Santiago a Mil estaba a la espera de la prensa invitada, para hacer el lanzamiento de La Pichintún, nombre con el cual se ha bautizado a la argentinosauria que recorre las calles de la ciudad desde este primer fin de semana de enero, para exigir protección y generar conciencia de sobre los efectos de la devastación del medio ambiente. La marioneta gigante construida y diseñada por Harold Guidolin (de la compañía Royal de Luxe), es un trabajo que recoge y proyecta la técnica y lenguajes aprendidas con Jean-Luc Courcoult, luego de un trabajo de más de quince años con su compañía.

La Pichintún, cuyo nombre proviene del mapudungun Pichi, que quiere decir pequeña, es una dinosauria bebe descubierta en el 2020 en la Patagonia chilena, cuyo misterioso revivir y supervivencia, queda a resguardo por quienes ha sido descubierta. Para llevar esto a cabo, recorre las calles de Santiago acompañada del doctor Walter Diaz y su equipo de paleontólogos, interactuando con transeúntes y la ciudad, respondiendo al mismo tiempo el por qué de la extinción de los dinosaurios, generando una reflexión en torno a las condiciones actuales de amenaza del ecosistema, en un mundo que no está en riesgo, sino la experiencia humana en él.

Mariana Muñoz, directora artística del proyecto explicita que la “la idea era crear una por primera vez en Chile una producción callejera que hablara de los animales, al estilo de las compañías internaciones que se han presentado antes en el festival, y junto con ello, abordar una problemática contingente, como lo es la emergencia medioambiental”.

La inercia de la marioneta es rota cuando se aprestan sus operarios en perfecta coordinación en cada uno de sus ejes y pliegues. Al momento de dar el vamos, la magia comienza y los niños apostados junto a la La Pichintún, abren sus ojos y estiran sus manos hasta alcanzarla, presos de la grandeza de su escala, maravillados por el misterio de sus movimientos.

Uno mira estas marionetas y el cinismo a uno le dice “es un mono grande”, pero cuando ve a la gente reaccionar, como los niños reaccionan ante su movimiento, sabe que el objetivo está logrado.

Johnny Carrasco: “con este sería el tercer año consecutivo que participamos con la Fundación Teatro a Mil aquí en Pudahuel”

¿Qué ha significado para la comuna el estar vinculado a un festival de estas características?

Johnny Carrasco: “La importancia que nosotros le damos a esto, sobre todo en el contexto en el cual nos encontramos, donde están siendo señaladas las grandes desigualdades y que éstas se traducen en el acceso que tienen las comunas y zonas más pobres y alejadas del centro de la ciudad a los espectáculos y obras de alto nivel. Esto en parte, esta sociedad que tenemos con este festival, es una forma de subsanar aquello. ¿Por qué no podemos tener lo mejor de lo mejor para nuestra gente? ¿Por qué el vecino de Pudahuel no tiene el derecho de ver espectáculos de calidad, en este caso específico, el teatro?”

“El arte es transformador, ayuda a que la gente cambie su visión del mundo y del lugar que ellos ocupan en este. Ese es el valor de fondo que yo le veo a esta sociedad que hemos establecido con la fundación”.

En un costado, alejado de la vorágine de la prensa que lucha por sus cuñas y el mejor ángulo para captar la marioneta, está Harold, quien la diseñara y construyera.

Harold Guidolin: “Es una dinosauria, una hembra, una máquina que se hizo durante los últimos doce meses. Pero la magia la ponen los manipuladores, son quienes le dan todo el toque, como se dice. Porque al final, no es más que fierro y madera, pero es lo que ellos hacen con ella, la que la dota de magia para el público”.

Su tono es seco y descreído, pero también realista y certero. Tiene esa expresión cortante de quien habla mejor con la objetualidad de su trabajo que las relaciones públicas que se hacen con éste.

Harold Guidolin :“(…) y estamos en Pudahuel, no estamos en Providencia o en Ñuñoa. Lo cual es una de las gracias del teatro callejero, que sale en busca de la gente, la invita a ser parte de una ficción, y no al revés.

En el contexto actual, ¿Cómo crees que ha estado la receptividad de la gente?

Harold Guidolin:¿Tu qué crees?

Yo creo que la calle ha emergido como un actor social que está lejos de la pasividad y que reclama un lugar en la obra del presente, que aún estamos viviendo el primer tiempo de un proceso que es más complejo y profundo que su manifestación episódica.

: “Menos mal… creo que algo parecido. Hoy es más necesaria que nunca el vincular las historias”.

Santiago a Mil es sinónimo de teatro, y así mismo, desde comienzo de los 90’s, ha sido una de las expresiones de la cultura de las últimas décadas, haciendo que más del 80% de quienes participan de sus espectáculos lo hagan de forma gratuita. Pero este año no es cualquier año. Junto con el estallido de octubre, el cual se ha transformado un eterno octubre, ha tenido que reagendar y enfrentar un escenario que para una organización de esta escala supone un riesgo.
Carmen Romero: “vamos con todo sino ¿para qué?”

Carmen, la maestra de ceremonias y anfitriona del festival Santiago a Mil, repite la arenga a cuantos se lo preguntan. Así mismo aclara “No ha sido fácil, hemos debido reorganizar nuestra agenda, cambiar horarios…pero como he dicho ya en otras partes, nosotros nacimos en la calle. Partimos hace veintisiete años en las calles y no vamos a dejar de estar en ella”

¿Qué relevancia tiene hoy por hoy el llevar Santiago a Mil a realizarse?

Carmen Romero: Sobre todo hoy, donde se hace más urgente y necesario que nunca. Las artes tienen que estar en el centro de la discusión; hay arte en las calles, la gente se expresa por medio de ellas. Entonces es necesario que el arte esté al servicio de ese proceso, el teatro te invita a dialogar desde otro lugar. La nueva constitución debe saber tomar lo que el teatro propone como proyecto de realización, porque es una actividad que no se desarrolla sola, es una utopía a escala de como debiese ser la sociedad: dialogando, empatizando, tomando en cuenta los distintos aportes que cada uno tiene para entregar.

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