Por Galia Bogolasky
Recuerdos incompletos de un reloj es una obra de la compañía La Máquina Teatro que se está presentando en el Festival Santiago Off, en la microsala de Matucana 100.
Es un monólogo escrito por Cristián Ruiz, dirigida por Coca Duarte y protagonizada por Nathalie Nicloux. La actriz interpreta a una mujer llamada Casandra, una actriz que prepara una audición para La Orestiada cuando recibe una carta de su padre, a quien no ve desde hace muchos años y debe cumplir su último deseo antes de morir.
En el relato Casandra se enfrenta a sus miedos, hacerse cargo de un pasado familiar complejo, a un padre, miembro de la FACH, que fue torturador durante la Dictadura, quien le deja una carta pidiéndole perdón y le hace un último encargo. Debe llevarse un reloj, que está conectado con un acto de reparación a la familia de una de sus víctimas.
La obra se construye una partir de esta carta ficticia con el testimonio verídico de Antonio “Papudo” Valenzuela Morales, agente de la FACH y ex integrante del comando conjunto, que entregó su testimonio de desapariciones, torturas y detenciones en 1984 en la Vicaría de la Solidaridad.
Recuerdos incompletos de un reloj relata el viaje que debe hacer esta hija para ir a buscar los restos de su padre a Grecia, a quien no ve desde su adolescencia. Es un padre que la abandonó al salir escapando del país, cuando salió a la luz su vinculación directa con la violación a los derechos humanos en Dictadura. Él le explica en la carta que “tenía que salir de Chile no iba a morir en una cárcel por un trabajo que tuve que hacer en estado de guerra”.
La distancia entre padre e hija genera un quiebre familiar, y este viaje significa para Casandra un reencuentro con un pasado inconcluso, que le abre muchas heridas y que debe enfrentar con mucho dolor. Ella debe reconocer y aceptar la realidad de su padre, debe hacerse cargo del rechazo que él le produce, y tratar de perdonarlo para poder seguir adelante.
Nathalie Nicloux logra una interpretación potente, conmovedora, que la saca de su zona de confort. Verla haciendo drama es una grata sorpresa, ya que logra una profundidad y una lucidez que se agradecen. Tener todo el peso del relato sobre sus hombros no es menor y este personaje requiere un esfuerzo especial. Nicloux lo logra, destacando en momentos donde debe interpretar a dos personajes en una conversación, mutando de uno a otro rápidamente.
La puesta en escena es minimalista. En el escenario se encuentra una banqueta, que sirve de mesa y silla; y también muchos elementos del padre: fotos y cartas de su pasado. Estos elementos tienen multifuncionalidad y se despliegan en diferentes formatos. Es una manera inteligente de usar un elemento en un espacio reducido. De fondo una tela blanca, que proyecta los extractos de la carta que el padre le escribe a la hija. Esta proyección provee de momentos de reflexión y funciona como corte entre escenas.
La obra funciona como un relato conmovedor, que tiene momentos de una profunda emotividad, que fluye con un ritmo precipitado en la narración, creando una sensación de querer saber más, de querer conocer a este hombre. Saber cómo llegó a hacer a lo que hizo, a pesar de que lo describe en la carta, y justifica su actuar, como parte de su trabajo, como parte de la ingenuidad de no entender bien, a una corta edad, la implicancia de sus actos. Obviamente no se justifica su argumento, pero logra que uno trate de ponerse en sus zapatos, aunque sea por un instante, y esa sensación es perturbadora.
Además, la obra busca encontrar una conexión entre este padre que abandonó a su hija cuando era chica, donde le confiesa en la carta que no sabe nada de ella, no la conoce, y ahora que es una mujer adulta, puede decirle lo que piensa y contarle su versión de los hechos.
Recuerdos incompletos de un reloj es una obra que nos habla de temas tan contingentes como son las diferencias valóricas dentro de una familia, de familias quebradas por la historia política de Chile, de la dolorosa separación entre familiares que dejó la Dictadura, y sobre todo del acto de perdonar.
Ojo que al final uno puede leer la carta completa que está exhibida en el muro de la sala.
Título: Recuerdos incompletos de un reloj
Compañía: La Máquina Teatro
Dramaturgia: Cristián Ruiz
Dirección: Coca Duarte
Elenco: Nathalie Nicloux
Producción: Bastián Panadés Rojas
Diseño integral: Natalia Morales
Universo sonoro: Tomás González
Voz en off: Rodrigo Pérez