A dos meses del estallido social, los vecinos de Providencia se tomarán tres puntos del barrio Vaticano Chico para dar vida al festival infantil Zona de Colores este domingo 22 de diciembre, de 11 a 15 horas. El evento gratuito se realizará en Plaza José Manuel Barros -ubicada detrás de la Iglesia Angeles Custodios-, Plaza Bernarda Morin y calle Monseñor Miller esquina Maria Luisa Santander.
De zona cero a Zona de Colores. Como lo anuncia su nombre, la programación de este festival es variada y se viene con todo. Entre los participantes del festival destaca la obra de ecoteatro Basura Cero, protagonizada por los actores Iñigo Urrutia, Catalina Muñoz y Claudia Narea. El montaje invita a comprender la importancia de no generar basura y narra la historia de Jorge, un niño que se va a vivir con su abuela a quien teme por que le han dicho que es la vieja del saco. Luego comprenderá que su abuela y sus amigos salvaron al mundo de la basura.
Otras de las atracciones principales serán el espectáculo Magic One, del mago Nicolás Luisetti, ex miembro de la exitosa dupla Magic Twins; Delirio Culinario, circonsciente mexicano que vincula el circo y la cocina donde un chef preparará recetas y hará trucos imposibles, y el show del chileno Mago Key.
En artes escénicas, se exhibirá el espectáculo de percusión corporal Kumbá que realza el cuerpo como el instrumento sonoro más antiguo del mundo.
En música, destaca Banda Purreira -palabra que en Mozambique se usa como expresión de algo bueno y positivo- y la cantante mapuche Karen Welvn, promotora de los saberes ancestrales de nuestra tierra.
Durante el festival se presentará la serie de docuanimación chilena Pichintún que rescata historias cotidianas de niñas y niños pertenecientes a distintos pueblos originarios de Chile: aymara, mapuche y rapanui.
Además, se instalará La Bodeguita -más de 30 stands de emprendedores de Providencia-, la fundación Todo Mejora y se realizarán talleres de breakdance, slackline, parkour, ciencia loca, compostaje orgánico, lenguaje de señas y juegos de motricidades y habilidades.
“Pensando en los niños, queremos que las calles se vistan de colores para demostrar que estamos con el movimiento social y despiertos y organizados como vecinos”, dice Queca Ovalle, una de las productoras del festival. “En los medios ha aparecido con mucho dramatismo que los vecinos se quieren ir del barrio, pero no es así. Nos quedamos y queremos que los niños disfruten del espacio público como lo hemos hecho en cinco fines de semana anteriores bajo el nombre de cabilditos. Los niños no son espectadores sino participantes activos”, agrega.